Famosas en busca de la perfección
Aunque sea Ana Obregón una de las que más llama la atención por su inmenso pectoral en tan escasa carne, son numerosas las famosas que han modificado su físico a golpe de bisturí.
Y algunas, de una forma bastante caprichosa. Cruzando el Atlántico, Pamela Anderson acaba de cambiar de talla sus implantes de mama. Ahora, con una vida más discreta, necesita variar, y ha cambiado sus implantes de ayer por otros menos voluminosos. Lo mismo ha hecho Demi Moore, que inicia nueva vida con un pecho más reducido al lado de un actor veinte años más joven que ella.
Porque hay casos en los que de lo que se trata no es de añadir, sino de quitar. Drew Barrymore ha tenido que reducir y levantar sus grandes pechos naturales por otros más manejables, lo que le hizo afirmar que "ha sido un gran momento en mi vida y tenía que haberlo hecho antes", ya que realmente le pesaban en exceso. La diva negra Queen Latifah ha hecho exactamente lo mismo y el año pasado se quitó dos grandes pesos de encima.
La cirugía estética del siglo XXI todo lo puede y, actualmente, ofrece infinitas posibilidades para adaptarse al caprichoso deseo de las famosas, que no cejan en su inalcanzable deseo de convertirse en seres perfectos de larga, muy larga duración.
Ana Belén
La imagen soñada
Ana Belén, Loles León y Rosa María Sardá, entre otras muchas actrices, han transformado lo que no les gusta con la ayuda del cirujano. Tener una figura impactante y mantenerse joven hasta la eternidad son los deseos de cualquier paciente de un cirujano estético y plástico.
Aunque lo digan con otras palabras, el fin que persiguen es exactamente ese: poseer un rostro y un cuerpo atractivos que les dure hasta el final de sus días. Para conseguirlo, tienen que someterse a la dictadura del bisturí, pues aunque la medicina estética ha avanzado una barbaridad y mediante infiltraciones, mesoterapia y lipoescultura pueden conseguirse altas metas, corregir una nariz aguileña o tener unos pechos altos y voluminosos sólo se consigue en el quirófano y con el bisturí en la mano.
Cher
Desde Marilyn Monroe hasta Isabel Preysler
Al principio, sólo acudían al cirujano plástico las aspirantes a actriz como la mítica Marilyn Monroe, que no dudó en hacer su nariz más chata para resultar fotogénica.
Hace años, folklóricas como Lola Flores o Paquita Rico, tampoco dudaron en hacerse un lifting para eliminar arrugas y flaccidez de su rostro y cuello, aunque no hablaban de ello y lo convertían en un gran secreto, junto con su verdadera edad.
Ahora es difícil encontrar a alguien que no haya pasado por el quirófano. Aunque Ana Obregón insiste en negar que haya modificado parte alguna de su anatomía, basta con observar fotografías suyas en las que luce completamente plana y con menos pómulos.
Tampoco hace falta ser tan fantasiosa para negar la evidencia. Sin ir más lejos, grandes damas de la actuación como Rosa María Sardá, pueden mostrar un rostro tan liso al haber pasado por el lifting al menos en una ocasión, además de mostrar unos labios engrosados con prácticas diversas.
La actriz y cantante Ana Belén, que pasa de los cincuenta años, no tiene apenas arrugas en su cara y muestra un pecho turgente. ¿Maravilla genética? No. La respuesta está en el quirófano de algún cirujano.
También llama la atención la espléndida Isabel Preysler, que muestra un rostro levemente modificado año tras año y un pecho de lo más juvenil, por lo que habría, si se supiera su nombre, que felicitar a los cirujanos que consiguen mantenerla tan estupenda.
Sin embargo, todas estas intervenciones pueden considerarse minucias comparadas con las reconstrucciones de la sesentona actriz y cantante Cher.
Christina Aguilera
Jóvenes y operadas
Otra reconstrucción espectacular ha sido la de la treintañera Tori Spelling, actriz e hija del magnate de Hollywood Aaron Spelling, que ha transformado su rostro regordete y su figura, esculpiéndola a golpe de bisturí y de suturas.
También lo ha hecho Brittany Murphy, que a sus 26 años ya lleva implantes en las mejillas, rinoplastia (operación de nariz), blefaroplastia (intervención en las bolsas de los ojos) y aumento de senos. Todo un récord que nos hace pensar todo lo que puede quedarle para la madurez.
Y es que, al contrario de lo que se pueda pensar, la cirugía plástica no tiene edad. A sus 21 años, Britney Spears no ha dudado en aumentar sus senos, aunque ella afirma que ha conseguido más volumen gracias al ejercicio físico, algo que cualquier cirujano rebatiría por completo.
Con un año más, su colega Christina Aguilera también lleva implantes en las mamas, pero son tan sutiles que pueden pasar por su propio pecho.
En cuanto a la rinoplastia, hace años que Jennifer Aniston, de 34 años, actriz de "Friends" y esposa de Brad Pitt, se la hizo para quitarse de encima una nariz demasiado generosa. La también actriz Shannon Doherty ("Sensación de vivir", "Embrujadas"), de 32 años, se quitó el exceso de piel que rodeaba sus ojos y mataba su mirada. Incluso, se rumorea que Jennifer Lopez, de 33 años, eliminó, cuando sólo era una bailarina, la punta de su nariz.
De lo que no cabe duda, es que la sutil aparición de un buen cirujano, puede hacer dudar a más de una, pero, inevitablemente, la respuesta a determinadas cuestiones está siempre en el bisturí.
http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu25882.htm
Aunque sea Ana Obregón una de las que más llama la atención por su inmenso pectoral en tan escasa carne, son numerosas las famosas que han modificado su físico a golpe de bisturí.
Y algunas, de una forma bastante caprichosa. Cruzando el Atlántico, Pamela Anderson acaba de cambiar de talla sus implantes de mama. Ahora, con una vida más discreta, necesita variar, y ha cambiado sus implantes de ayer por otros menos voluminosos. Lo mismo ha hecho Demi Moore, que inicia nueva vida con un pecho más reducido al lado de un actor veinte años más joven que ella.
Porque hay casos en los que de lo que se trata no es de añadir, sino de quitar. Drew Barrymore ha tenido que reducir y levantar sus grandes pechos naturales por otros más manejables, lo que le hizo afirmar que "ha sido un gran momento en mi vida y tenía que haberlo hecho antes", ya que realmente le pesaban en exceso. La diva negra Queen Latifah ha hecho exactamente lo mismo y el año pasado se quitó dos grandes pesos de encima.
La cirugía estética del siglo XXI todo lo puede y, actualmente, ofrece infinitas posibilidades para adaptarse al caprichoso deseo de las famosas, que no cejan en su inalcanzable deseo de convertirse en seres perfectos de larga, muy larga duración.
Ana Belén
La imagen soñada
Ana Belén, Loles León y Rosa María Sardá, entre otras muchas actrices, han transformado lo que no les gusta con la ayuda del cirujano. Tener una figura impactante y mantenerse joven hasta la eternidad son los deseos de cualquier paciente de un cirujano estético y plástico.
Aunque lo digan con otras palabras, el fin que persiguen es exactamente ese: poseer un rostro y un cuerpo atractivos que les dure hasta el final de sus días. Para conseguirlo, tienen que someterse a la dictadura del bisturí, pues aunque la medicina estética ha avanzado una barbaridad y mediante infiltraciones, mesoterapia y lipoescultura pueden conseguirse altas metas, corregir una nariz aguileña o tener unos pechos altos y voluminosos sólo se consigue en el quirófano y con el bisturí en la mano.
Cher
Desde Marilyn Monroe hasta Isabel Preysler
Al principio, sólo acudían al cirujano plástico las aspirantes a actriz como la mítica Marilyn Monroe, que no dudó en hacer su nariz más chata para resultar fotogénica.
Hace años, folklóricas como Lola Flores o Paquita Rico, tampoco dudaron en hacerse un lifting para eliminar arrugas y flaccidez de su rostro y cuello, aunque no hablaban de ello y lo convertían en un gran secreto, junto con su verdadera edad.
Ahora es difícil encontrar a alguien que no haya pasado por el quirófano. Aunque Ana Obregón insiste en negar que haya modificado parte alguna de su anatomía, basta con observar fotografías suyas en las que luce completamente plana y con menos pómulos.
Tampoco hace falta ser tan fantasiosa para negar la evidencia. Sin ir más lejos, grandes damas de la actuación como Rosa María Sardá, pueden mostrar un rostro tan liso al haber pasado por el lifting al menos en una ocasión, además de mostrar unos labios engrosados con prácticas diversas.
La actriz y cantante Ana Belén, que pasa de los cincuenta años, no tiene apenas arrugas en su cara y muestra un pecho turgente. ¿Maravilla genética? No. La respuesta está en el quirófano de algún cirujano.
También llama la atención la espléndida Isabel Preysler, que muestra un rostro levemente modificado año tras año y un pecho de lo más juvenil, por lo que habría, si se supiera su nombre, que felicitar a los cirujanos que consiguen mantenerla tan estupenda.
Sin embargo, todas estas intervenciones pueden considerarse minucias comparadas con las reconstrucciones de la sesentona actriz y cantante Cher.
Christina Aguilera
Jóvenes y operadas
Otra reconstrucción espectacular ha sido la de la treintañera Tori Spelling, actriz e hija del magnate de Hollywood Aaron Spelling, que ha transformado su rostro regordete y su figura, esculpiéndola a golpe de bisturí y de suturas.
También lo ha hecho Brittany Murphy, que a sus 26 años ya lleva implantes en las mejillas, rinoplastia (operación de nariz), blefaroplastia (intervención en las bolsas de los ojos) y aumento de senos. Todo un récord que nos hace pensar todo lo que puede quedarle para la madurez.
Y es que, al contrario de lo que se pueda pensar, la cirugía plástica no tiene edad. A sus 21 años, Britney Spears no ha dudado en aumentar sus senos, aunque ella afirma que ha conseguido más volumen gracias al ejercicio físico, algo que cualquier cirujano rebatiría por completo.
Con un año más, su colega Christina Aguilera también lleva implantes en las mamas, pero son tan sutiles que pueden pasar por su propio pecho.
En cuanto a la rinoplastia, hace años que Jennifer Aniston, de 34 años, actriz de "Friends" y esposa de Brad Pitt, se la hizo para quitarse de encima una nariz demasiado generosa. La también actriz Shannon Doherty ("Sensación de vivir", "Embrujadas"), de 32 años, se quitó el exceso de piel que rodeaba sus ojos y mataba su mirada. Incluso, se rumorea que Jennifer Lopez, de 33 años, eliminó, cuando sólo era una bailarina, la punta de su nariz.
De lo que no cabe duda, es que la sutil aparición de un buen cirujano, puede hacer dudar a más de una, pero, inevitablemente, la respuesta a determinadas cuestiones está siempre en el bisturí.
http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu25882.htm
Lun Feb 07, 2011 8:55 am por naye
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Dom Ago 22, 2010 10:20 pm por mifrioinvierno
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Sáb Jun 12, 2010 1:06 am por Try