Errores cognitivos en relación con la imagen corporal
Dentro del componente cognitivo destaca la aparición de una serie de errores cognitivos en relación a la apariencia, que Cash (1987) recoge en lo que él llama “Docena Sucia”:
•La bella o la bestia: es un pensamiento dicotómico “o soy atractiva o soy fea” “o peso lo que quiero o soy gorda”. En este pensamiento de blanco o negro no se presentan tonalidades en gris, no se aceptan aspectos parciales positivos y como ser perfecto es muy difícil, uno decide considerarse un desastre o imponerse unos regímenes terriblemente drásticos para intentar aproximarse al ideal.
•El ideal irreal: se refiere al uso del ideal social como un estándar de apariencia aceptable. Los sentimientos de fealdad aparecen al compararse con los ideales que la cultura y la sociedad imponen en este momento. Desde las revistas y la televisión se bombardea con imágenes en las que se destaca el peso, la altura, la figura, estructura corporal, muscularidad, tonalidad de la piel, color del pelo, textura, etc.
•La comparación injusta:: normalmente la gente se compara con aquellas personas con las que se encuentra en situaciones diarias. Usualmente la comparación está llena de prejuicios y se compara sólo con aquellas personas que tienen las características que le gustaría tener
•La lupa: se refiere a que se observa únicamente y de manera muy detallada sólo las partes que se consideran más negativas de la propia apariencia. “Mis caderas son tan horriblemente anchas que destruyen todo mi aspecto”.
•La mente ciega: es la otra cara de la moneda del pensamiento anterior. Es aquel pensamiento que minimiza o descuida cualquier otra parte del cuerpo que pueda considerarse mínimamente atractiva.
•La fealdad radiante: consiste en empezar a criticar una parte de la apariencia y continuar con otra y con otra hasta conseguir hacer una gran bola de nieve en la que uno ha conseguido destruir cualquier aspecto de su figura.
•El juego de la culpa: hace posible que la apariencia sea la culpable de cualquier fallo, insatisfacción o desengaño aunque en principio no esté relacionado en absoluto con ella.
•La mente que lee mal: es la distorsión que hace posible “leer” o interpretar la conducta de los demás en función de algún fallo en el aspecto corporal. “La gente no es simpática conmigo por mi peso” o “no tengo novio porque soy gorda”.
•La desgracia reveladora: es la predicción calamitosa de desgracias futuras que sucederán por culpa de la apariencia: “Nunca me amarán debido a mi apariencia” o “siempre fracasaré porque no tengo una apariencia suficientemente bonita”.
•La belleza limitadora: es similar al anterior. Consiste en poner condiciones a las cosas a realizar que en realidad las hacen imposibles: “No pienso ir al gimnasio a perder peso hasta que no pierda peso” o “no puedo ir a esa fiesta a no ser que pierda 10 Kilos”.
•Sentirse fea: consiste en convertir un sentimiento personal en una verdad universal. El que una persona se sienta fea no quiere decir que lo sea, ni que los demás lo piensen, ni que en otras ocasiones ella misma pueda sentirse bien consigo misma.
•Reflejo del malhumor: sería el traspaso del malhumor o preocupación causada por cualquier acontecimiento al propio cuerpo. Un día estresante, un examen difícil, un disgusto con una amiga pueden ser en realidad la causa del malhumor, pero acaba achacándose a algún aspecto de la apariencia
Dentro del componente cognitivo destaca la aparición de una serie de errores cognitivos en relación a la apariencia, que Cash (1987) recoge en lo que él llama “Docena Sucia”:
•La bella o la bestia: es un pensamiento dicotómico “o soy atractiva o soy fea” “o peso lo que quiero o soy gorda”. En este pensamiento de blanco o negro no se presentan tonalidades en gris, no se aceptan aspectos parciales positivos y como ser perfecto es muy difícil, uno decide considerarse un desastre o imponerse unos regímenes terriblemente drásticos para intentar aproximarse al ideal.
•El ideal irreal: se refiere al uso del ideal social como un estándar de apariencia aceptable. Los sentimientos de fealdad aparecen al compararse con los ideales que la cultura y la sociedad imponen en este momento. Desde las revistas y la televisión se bombardea con imágenes en las que se destaca el peso, la altura, la figura, estructura corporal, muscularidad, tonalidad de la piel, color del pelo, textura, etc.
•La comparación injusta:: normalmente la gente se compara con aquellas personas con las que se encuentra en situaciones diarias. Usualmente la comparación está llena de prejuicios y se compara sólo con aquellas personas que tienen las características que le gustaría tener
•La lupa: se refiere a que se observa únicamente y de manera muy detallada sólo las partes que se consideran más negativas de la propia apariencia. “Mis caderas son tan horriblemente anchas que destruyen todo mi aspecto”.
•La mente ciega: es la otra cara de la moneda del pensamiento anterior. Es aquel pensamiento que minimiza o descuida cualquier otra parte del cuerpo que pueda considerarse mínimamente atractiva.
•La fealdad radiante: consiste en empezar a criticar una parte de la apariencia y continuar con otra y con otra hasta conseguir hacer una gran bola de nieve en la que uno ha conseguido destruir cualquier aspecto de su figura.
•El juego de la culpa: hace posible que la apariencia sea la culpable de cualquier fallo, insatisfacción o desengaño aunque en principio no esté relacionado en absoluto con ella.
•La mente que lee mal: es la distorsión que hace posible “leer” o interpretar la conducta de los demás en función de algún fallo en el aspecto corporal. “La gente no es simpática conmigo por mi peso” o “no tengo novio porque soy gorda”.
•La desgracia reveladora: es la predicción calamitosa de desgracias futuras que sucederán por culpa de la apariencia: “Nunca me amarán debido a mi apariencia” o “siempre fracasaré porque no tengo una apariencia suficientemente bonita”.
•La belleza limitadora: es similar al anterior. Consiste en poner condiciones a las cosas a realizar que en realidad las hacen imposibles: “No pienso ir al gimnasio a perder peso hasta que no pierda peso” o “no puedo ir a esa fiesta a no ser que pierda 10 Kilos”.
•Sentirse fea: consiste en convertir un sentimiento personal en una verdad universal. El que una persona se sienta fea no quiere decir que lo sea, ni que los demás lo piensen, ni que en otras ocasiones ella misma pueda sentirse bien consigo misma.
•Reflejo del malhumor: sería el traspaso del malhumor o preocupación causada por cualquier acontecimiento al propio cuerpo. Un día estresante, un examen difícil, un disgusto con una amiga pueden ser en realidad la causa del malhumor, pero acaba achacándose a algún aspecto de la apariencia
Lun Feb 07, 2011 8:55 am por naye
» Veniros para MI FRIO INVIERNOm alli no dejaremos que os sintáis solas
Dom Ago 22, 2010 10:20 pm por mifrioinvierno
» libro parte 2
Miér Ago 11, 2010 11:15 am por naye
» mi libro
Dom Ago 08, 2010 9:36 pm por naye
» me siento triste
Dom Ago 08, 2010 9:04 pm por naye
» estoy hartaaaaaaaaaaaaaaaa
Jue Jul 22, 2010 3:31 am por naye
» reflexion de mis tratmientos fallidos y una cancion
Jue Jun 24, 2010 3:26 am por naye
» me siento humillada
Mar Jun 15, 2010 1:26 am por naye
» ojala que les ayude esta en youtube
Sáb Jun 12, 2010 1:06 am por Try